Desinfluencers: El nuevo movimiento que desafía la compra impulsiva y promueve el consumo consciente

A medida que los influencers han sobreexaltado las características de productos para impulsar sus ventas, un nuevo movimiento, el de los desinfluencers, gana terreno al defender un consumo más consciente y honesto.

Si alguna vez has escuchado sobre los influencers, esas personas con muchos seguidores que te recomiendan productos, servicios u ofertas a través de sus plataformas, hoy es momento de conocer a los desinfluencers. Este movimiento está tomando fuerza y busca promover una compra más consciente. A diferencia de los influencers, los desinfluencers no buscan influir en tus decisiones, sino compartir su percepción honesta sobre la verdadera calidad de un producto o servicio que podría estar sobredimensionado.

El término ‘desinfluencer’ nació de usuarios con seguidores en plataformas como Instagram y TikTok. Estos nuevos orientadores de decisiones buscan desaconsejar compras innecesarias, alertar sobre productos o servicios sobrevalorados y fomentar el consumo consciente, asegurándose de que el dinero se invierta de manera responsable.

A diferencia de los influencers, que te recomiendan productos con entusiasmo, los desinfluencers hacen todo lo contrario: comparten de manera honesta su experiencia, sobre todo cuando el producto o servicio no cumple con lo que prometen en sus campañas de marketing.»

Los desinfluencers pueden ser desde emprendedores y profesionales de la medicina hasta relacionistas públicos y seguidores de marcas que buscan compartir reseñas sinceras y desinteresadas sobre sus compras.

Según varios analistas, la figura del influencer está en decadencia. Los posts que antes se veían como aspiracionales y generaban sueños ahora se perciben, en palabras de un periodista del Diario El País, como simples anuncios vulgares.

Una de las principales motivaciones de los seguidores de los desinfluencers es que han comenzado a cuestionar la autenticidad de las recomendaciones de los influencers, especialmente aquellos que leen las opiniones de usuarios que ya han probado el producto o servicio.

Los influencers han sido clave en el impulso de las compras digitales, promoviendo tendencias constantes. Sin embargo, la saturación de contenido publicitario, financiado por las marcas para que hablen de sus productos, está generando un cansancio en los compradores online, quienes se sienten abrumados por lo repetitivo que son los formatos de sus contenidos.

Si bien el desinfluencing no representa una amenaza para el marketing de influencia, lo que permite a las marcas seguir utilizando esta estrategia, sí actúa como una respuesta a la necesidad de mejorar la experiencia de compra. Los desinfluencers desafían a las marcas a perfeccionar no solo la calidad de sus productos, sino también el servicio al cliente, el proceso de compra y la atención postventa.